lunes, 3 de mayo de 2010

MALOS TIEMPOS PARA ARCO

No fueron buenos tiempos los que Lourdes Fernández tuvo que enfrentar durante los cuatro años que duró su dirección de ARCO. Recibió la jefatura de la feria de Rosina Gómez Baeza , que la había ejercido con firmeza durante un período bastante largo, y su llegada creó muchas expectativas en el medio artístico que luego no se vieron cumplidas. El aire fresco que podía renovar una feria cada vez más grande y con más problemas no terminó por llegar. Lourdes Fernández apareció con un programa ilusionante y muy segura de sí misma, quizá demasiado segura, en un territorio nada fácil y bastante intolerante con el autoritarismo. No se hicieron esperar los problemas, tanto en el seno de las galerías como frente a la propia institución de la que depende la feria, Ifema. Es muy posible que las tensiones con el gremio de galerías, muchas fueron rechazadas de la feria en estos años y otras , entre las que hubo muchas extranjeras, decidieron no concurrir, sumadas a las malas relaciones con Ifema, sean el detonante de su dimisión, algo que se esperaba desde la clausura de la última edición de ARCO.
Pese al optimismo declarado por los galeristas sobre las ventas en la feria, castigada como el resto del mercado del arte por la crisis económica, no es difícil sospechar un descenso significativo de los resultados, teniendo en cuenta que ARCO no es una feria barata y que las galerías tienen que hacer un gran esfuerzo económico para estar presentes.
Aunque esperada, y hasta reclamada, la renuncia de Lourdes Fernández abre ahora una incognita acerca de quién será la persona elegida para relevarla y poder organizar con tiempo la próxima feria. Sería recomendable que el nuevo responsable de la feria sea no sólo una persona capacitada sino que además cuente con el respaldo de los artistas españoles y de nuestras galerías, que son los verdaderos protagonistas de ARCO.

(Publicado en la edición impresa de EL MUNDO, Madrid, el 4 de mayo de 2010 )

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