Se me quejan algunos amigos de la falta de nuevas entradas de estas semanas. Tienen razón. Un blog debe ser algo en constante transformación, con crecidas y actualizadas referencias. Mis ausencias tienen sólo una justificación: los viajes. En estos últimos días el periplo ha sido agotador: Granada, Santander, Valdepeñas, Murcia y Mazarrón, con escalas breves en Madrid. Es el peso del verano, y una carencia: la de un ordenador portátil en el equipaje. Pido disculpas a los seguidores y les prometo no desaparecer del todo en el mes de agosto.
domingo, 2 de agosto de 2009
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